En la actualidad existe un número creciente de varones que desean cambiar su contorno facial, reforzar las ramas mandibulares, rellenar los pómulos o cuadrangular el mentón para fortalecer así los rasgos de masculinidad, devolver firmeza y juventud a la piel.
La masculinización facial y el tratamiento de ojeras se han convertido en los tratamientos estrella en muchas personas que quieren lucir más masculinas. Es necesario realizar un estudio previo para determinar las zonas a tratar para la consecución de un resultado de masculinización armónica y natural.
La cirugía de masculinización facial puede realizarse para ayudar a las personas transgénero a sentirse más cómodas con su cuerpo y presentarse como el género con el que se identifican. También puede utilizarse para personas no transgénero que tienen problemas con su aspecto o tienen deformidades faciales.
La intervención consiste en remodelar la nariz, las cejas, el mentón, las mejillas y la mandíbula. A veces la blefaroplastia (cirugía de párpados) se realiza al mismo tiempo que la cirugía de masculinización facial. La cirugía de masculinización facial también puede incluir el trasplante de pelo y la reducción del cuero cabelludo. El resultado final es una apariencia menos femenina y más masculina que antes de la cirugía.